La gestión de almacenes es clave en la cadena de suministro, pues permite optimizar costos, coordinar oferta y demanda y mejorar el servicio al cliente. A través de procesos como recepción, almacenamiento, picking y control de inventarios, junto con estrategias de ubicación, automatización y capacitación del personal, el almacén se convierte en un nodo estratégico que potencia la eficiencia y competitividad empresarial.

En un entorno cambiante, las empresas deben adaptarse para seguir siendo competitivas. Desde los 90, se impulsa una visión humanista que usa la cultura organizacional como estrategia de identificación. Comprender su profundidad y desarrollar talento es clave para afrontar el futuro.